Según los datos de la Asociación de Bancos de Turquía, el año 2013 presenció un preocupante fenómeno: el 55% de un millón de personas no lograron saldar sus deudas, siendo las tarjetas de crédito las principales protagonistas. En tan solo un año, el número de deudas sin pagar aumentó en 228,000, de las cuales 155,000 correspondían únicamente a tarjetas de crédito. Asimismo, las estadísticas del Centro Interbancario de Tarjetas de Turquía revelaron que las compras con tarjeta de crédito ascendieron a un asombroso total de 409 mil millones de dólares.
Sin embargo, el problema no se limita al uso excesivo de tarjetas de crédito. De hecho, el 15% de los gastos se destinan a mercados de alimentos, mientras que un 11% se invierte en gasolina y un 8% en ropa y productos electrónicos.
Pero, ¿qué ocurre con otras formas de deuda? Las hipotecas, los préstamos para automóviles y los préstamos personales también están en el punto de mira. De 2012 a 2013, el número de personas incapaces de pagar estos préstamos aumentó significativamente, pasando de 308,000 a 464,000.
Como respuesta a esta creciente preocupación, se están tomando medidas para prevenir y reducir el gasto excesivo con tarjetas de crédito. Estas medidas incluirán la intervención gubernamental para limitar y, en algunos casos, eliminar la opción de pago a plazos para ciertas compras.
Es evidente que el manejo de las finanzas personales se ha convertido en un tema crítico en Turquía y en todo el mundo. Mantener un equilibrio adecuado entre los gastos y los ingresos es más importante que nunca para evitar caer en la espiral de la deuda.