Si estás con la soga al cuello, no eres el único. Los estadounidenses acumulan más de 12,73 billones de dólares en deuda de consumo, y más de 1 billón proviene solo de tarjetas de crédito. ¿Te suena? La presión de cobro está en su punto máximo, así que es probable que recibas muchas llamadas de cobradores. Ignorarlas no hará que la deuda desaparezca. Los expertos recomiendan contestar y hacer estas tres cosas:
#1 Verifica que el cobrador y la deuda sean legítimos
Cuando atiendas, pide:
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Nombre de la persona y de la empresa de cobranza
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Dirección y teléfono de la empresa
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Nombre del acreedor
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Monto adeudado y cómo disputar o verificar la deuda
Si no pueden darte esa información en el primer contacto, solícitala por escrito antes de seguir hablando con ellos.
#2 Identifica la deuda
Si reconoces la deuda, es momento de negociar y acordar un plan de pago.
Si no la reconoces, pide por escrito la verificación formal. Si estás seguro de que no es tuya, escríbeles indicando que no te pertenece y que no deseas más contactos sobre ese asunto.
#3 Conserva toda la documentación por escrito
Por teléfono todo es “yo no dije eso”. Para que tus solicitudes tengan validez legal bajo la Fair Debt Collection Practices Act (FDCPA), deben ir por escrito.
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Guarda las cartas que recibes.
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Haz copias de todo lo que envías.
Te servirán si necesitas disputar más adelante.
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